El primer fin de semana de septiembre fuimos a escalar al Petit Astazou por su arista más evidente, la noroccidental. De esta manera se verian cumplidos los sueños de Unai al ascender otro 3000 y por una de las rutas menos transitadas.
Escalamos la vía en dos días. El primero subimos a la cabaña de Paila a dormir y el segundo, aproximamos, escalamos y descendimos por Roches Blanques. Se puede hacer en un solo día pero sumarían varias horas de actividad y muchos metros de desnivel.
Madrugamos en la cabaña de Paila y aproximamos por el glaciar (o lo que queda) que lleva el mismo nombre para llegar a un pequeño collado donde comenzamos la escalada. A la izquierda se queda el corredor Swan. Una vez aquí las posibilidades de itinerario son infinitas. El espolón, que tiene una dificultad en su mayoría entorno al 4º, tiene pasos de 2º, 3º y algún paso aislado de 4º+ o 5º según por donde se le ataque. La mayor parte tal y como dice la reseña transcurre por la parte izquierda (norte) y en la época que fuimos nosotros a la sombra.
La escalada es bonita, generalmente por roca buena y el ambiente que se respira es de alta montaña. Las vistas del circo de Gavarnie y todo el valle son espectaculares. Tampoco nos despistamos y escalamos rápido los 700m de recorrido que le marcan a la vía. Al llegar al último tramo, encontramos algo de nieve en la cara norte y algo de verglas en nuestro itinerario. Lo que hizo que bajáramos el ritmo para asegurar mejor los pasos. Una vez en la arista cimera, el sol nos calienta los rostros y todo se vé de otra manera. Desde aquí, la norte del Perdido y cilindro, Marboré, Torre, Casco, Brecha…Un buen bokata y unas fotos y para abajo por las llamadas Roches Blancs. La bajada tiene varios destrepes y hay que coger bien las viras (no el rápel) y siguiendo hitos y más abajo unas marcas de pintura llegamos por un sendero a la cabaña de Paila para recoger nuestros bártulos y bajar a Gavarnie.
Bonita actividad para estirar el verano, a ver si nos da para hacer alguna más!!
Aiooo!!
Los croquis